La decisión de conocerle dices que es tuya. Bueno, dices. Al final la decisión será solo suya de él, pues varón nacerá. Otro varón para alegrar el mundo y engordar a alguna desgraciada con su semilla de macho alfa. O beta, que en cuestiones progenitoras humanas las letras griegas perdieron su importancia. Otro varón para, en un momento dado generar desprecio o deseo o amor u odio. A lo mejor si hubieras tenido embarazo de hembra te resultaría más fácil. No te sería tan complicado olvidar la cara de su padre. Aunque probablemente no seas capaz de olvidarla de todas formas. Podrías, a lo mejor deberías, haberlo pensado antes. Podrías haber tomado otra decisión, esa sí era tuya, pero decidiste probarlo, probarte a ti misma aquello de que el no-nato no es culpable. Y no lo es, desde luego. Otro tema es que seas capaz de quererlo, cuidarlo y criarlo como no-culpable. Como merece.
La decisión de conocerle dices que es tuya. Bueno, dices. Al final la decisión será solo suya de él, pues varón nacerá. Otro varón para alegrar el mundo y engordar a alguna desgraciada con su semilla de macho alfa. O beta, que en cuestiones progenitoras humanas las letras griegas perdieron su importancia. Otro varón para, en un momento dado generar desprecio o deseo o amor u odio. A lo mejor si hubieras tenido embarazo de hembra te resultaría más fácil. No te sería tan complicado olvidar la cara de su padre. Aunque probablemente no seas capaz de olvidarla de todas formas. Podrías, a lo mejor deberías, haberlo pensado antes. Podrías haber tomado otra decisión, esa sí era tuya, pero decidiste probarlo, probarte a ti misma aquello de que el no-nato no es culpable. Y no lo es, desde luego. Otro tema es que seas capaz de quererlo, cuidarlo y criarlo como no-culpable. Como merece.