lunes, 22 de febrero de 2010


- Según los telediarios, está siendo el febrero más lluvioso de los últimos veinticinco años, hemos tenido el enero más frío de los últimos quince y el invierno con más nieve desde que se tiene noticia. Esto querrá decir algo, ¿no?
- ¿Que el cambio climático pronosticado para dentro de entre setenta y cinco y cien años se ha adelantado otros tantos?
- No. Que los que redactan las noticias o son gilipollas o nos toman por tales o ambas cosas.

Llevaba mucho tiempo sin ver a Mariano. Ya no juego y aunque echaba de menos las conversaciones con él, la mezcla de falta de tiempo y pereza me habían impedido acercarme a visitarle a su “chiringuito” de vendedor de cupones. Le noto avejentado, como cansado, desconozco si su cinismo extremo le está empezando a hacer mella o si es la combinación de otras circunstancias. Al fin y al cabo, Mariano, sin ser estrictamente “mayor”, es al menos un par de infartos más viejo que yo. Imagino que al final todo se termina pagando de una forma u otra.

Enciende un cigarro tras otro y es capaz de mantener la conversación a buen ritmo sin que la rutina de encender, chupar, saborear y exhalar humo le haga perder ni un segundo. Escupe ideas, aparentemente sin ilación, que terminan formando sin dificultad parte de un todo, tan ordenado como amargo. Debería relajarse un poco pero ni sabe, ni puede, ni quiere.

- ¿Qué me dices de esas imágenes no profesionales que lo llenan todo? Ves televisión y el porcentaje de vídeos particulares sacados de youtube (o directamente enviados al medio en cuestión) y fotografías de móvil llenan cada vez más espacio. Parece que no hay un acontecimiento (importante o no) que no disponga de varios “reporteros” de todo a cien convenientemente distribuidos cara a “cubrir” la noticia. No hay caída callejera, reparto de hostias, accidente o anécdota que se escape a la indiscreción del mega píxel de turno.
- Es cierto. Da un poco de grima y me imagino que los de verdad se quejarán del intrusismo…
- No es un problema de eso, creo yo –casi grita. Es una moda más. Espero que pasajera pero no lo creo. El problema es que mientras uno de esos idiotas se entretiene en dejar constancia del accidente, éste no se remedia. No tiene ningún sentido fotografiar o filmar un golpe evitado, queda mucho mejor si se produce, cuanto más fuerte mejor, más interesante. Joder, Avatar, hemos pasado de ayudar a los demás, a limitarnos a desentendernos en primer lugar y finalmente, en los últimos tiempos, a no solo no echar una mano, sino que usamos esta para inmortalizar lo sucedido.
- Le das demasiada importancia a las cosas, siempre lo has hecho pero de un tiempo a esta parte todo te enerva hasta el absurdo.
- Que no, que no, que no. Que faltan caballeros y sobran fotógrafos.

Nos despedimos hasta la próxima y, como de costumbre, la charla me deja un regusto desagradable. Mariano es como es, siempre, eso es bueno. Aun con todo, tiene que ser complicado sobrevivir con ese grado de cinismo, con esa pátina de amargura que lo impregna todo. Su vida no ha sido fácil, ninguna lo es si es vida, pero esa tendencia intelectual a la indignación hace que el día a día, el suyo, sea poco soportable. Él de momento lo lleva con estoica resistencia. Mientras le dure no me quedará más remedio que seguir viéndole –no le voy a convencer, no me va a convencer- y dejándole explayarse, que siempre se aprende algo.

miércoles, 17 de febrero de 2010


Dead Can Dance "versioneando" a Góngora. Los pájaros disparando a las escopetas.

Fortune Presents Gifts Not According To The Books
Fortune Presents Gifts Not According To The Books

When you expect whistles, it's flutes
when you expect flutes, it's whistles.
What various paths are followed in distributing honors and possessions
she gives awards to some and penitents cloaks to others.
When you expect whistles, it's flutes
when you expect flutes, it's whistles
Sometimes she robs the chief goatherd af his cottage and goatpen
and to whomever she fancies the lamest goat is born to kids

When you expect whistles, it's flutes
when you expect flutes, it's whistles.

Because in a village a poor lad has stolen one egg.
he swings in the sun
While another gets away with a thousand crimes

When you expect whistles, it's flutes
when you expect flutes, it's whistles.


Y es que es cierto. El azar (o Dios, o...) concede lo inesperado, casi siempre.



viernes, 12 de febrero de 2010


Hay muchas clases de cerdos: ibéricos, blancos, de pata negra, de diferentes razas (Large White, Landrace, Duroc, Pietrain, Hampshire, Chato murciano, Negro canario, Retinto, entre otras muchas), domésticos, salvajes. Hay cerdos grandes, pequeños; hay cochinillos, lechones, cerdos y cerdas adultos.

Hay muchas clases de cerdos: cerdos gordos, delgados, altos, bajos, rubios, morenos, pelirrojos incluso. Hay cerdos de derechas, de izquierdas; hay cerdos sucios, los hay limpios. Hay cerdos de mente, de actos, de actitudes, de palabra, de hechos… Hay cerdos españoles y extranjeros, autóctonos e inmigrados. Hay cerdos en definitiva para todos los gustos, en todas las épocas, estaciones o años. Hay incluso muchas denominaciones para definir o nominar a un cerdo: cochinos, marranos (hay cerdos americanos), puercos, gochos, chanchos, gorrinos, cutos, cochos, verracos, guarros…

Hay cerdos gordos, tatuados, peludos o depilados… y también hay publicistas.

Categorias: