viernes, 23 de agosto de 2013



Fíjate en el agua, como se desliza, caliente pero no demasiado. Ahora tienes tiempo. Calcula cuanto tarda en caer una gota, dos, mil. Calcula cuanto tiempo pasa hasta que todo el líquido resbala por tu cuerpo desnudo y se pierde por el sumidero. Deduce cuánto has de abrir el grifo. Anota el resultado.

Más tarde, en unas horas, días, semanas, cuando oigas la llave girar en la cerradura, corre, enciérrate en el baño. Recupera los datos que habías apuntado. Con un poco de suerte, cuando ya no quede agua que escurrir, él se habrá ido.


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