Hay muchas clases de cerdos: ibéricos, blancos, de pata negra, de diferentes razas (Large White, Landrace, Duroc, Pietrain, Hampshire, Chato murciano, Negro canario, Retinto, entre otras muchas), domésticos, salvajes. Hay cerdos grandes, pequeños; hay cochinillos, lechones, cerdos y cerdas adultos.
Hay muchas clases de cerdos: cerdos gordos, delgados, altos, bajos, rubios, morenos, pelirrojos incluso. Hay cerdos de derechas, de izquierdas; hay cerdos sucios, los hay limpios. Hay cerdos de mente, de actos, de actitudes, de palabra, de hechos… Hay cerdos españoles y extranjeros, autóctonos e inmigrados. Hay cerdos en definitiva para todos los gustos, en todas las épocas, estaciones o años. Hay incluso muchas denominaciones para definir o nominar a un cerdo: cochinos, marranos (hay cerdos americanos), puercos, gochos, chanchos, gorrinos, cutos, cochos, verracos, guarros…
Hay cerdos gordos, tatuados, peludos o depilados… y también hay publicistas.
Buena adjetivación de los cerdos. Añadiría provisionales o definitivos.
ResponderEliminarYa ser conscientes de que somos alguno de estos tipos nos hace tener la carne más tierna y sabrosa.
urbanoyhumano: Dicen en mi pueblo (supongo que en todos) que quien nace lechón muere cochino, así que mucho me temo que no existe el "cerdo provisional".
ResponderEliminarNo te veo cerda a ti en cualquier caso, más allá de sabores y ternuras.
Besos
Y además la denominación de origen Cochinillo de Segovia...
ResponderEliminarYo soy ex-gordo, y me he quedado en fondón o algo así. (¿Soy un cerdo?).
Pues en el fondo diría que sí, sobre todo si tuviera la suerte de que me aplicaran aquel otro dicho del cerdo: "Del cerdo me gusta todo, hasta sus andares".
soy mucho más cerda de lo que crees
ResponderEliminarEl último comentario no es mío. Me está pasando en todos los blogs que aparecen en el lateral del mío. DE NUEVO
ResponderEliminarhttp://urbanoyhumano.wordpress.com/2010/02/14/urbano-y-humano-si-sigue-solamente-comentara-con-el-perfil-de-wordpress/
ResponderEliminarurbanoyhumano: Ok, no hago caso del comentario citado.
ResponderEliminarA ver si se te soluciona porque llevas una rachita...
Amando: Es una manera positiva de verlo. De todos modos, ¿se puede ser ex-gordo? Yo creo que es como con los adictos, el que es gordo nunca deja de serlo, pese lo que pese y a quien pese.
ResponderEliminarTienes razón, no se puede dejar de ser lo que uno fue, es como si quedara un hálito, que a uno le rodea.
ResponderEliminarAmando: Entonces, lo que me rodea el músculo, ¿se le puede llamar hálito? Mola más que grasaza...
ResponderEliminarDesde que nos han dicho que el amor es una reacción del hipotálamo y no del corazón, llamemos hálito a las grasas...
ResponderEliminarAmando: jajaja. Sí. Tienes razón, como casi siempre.
ResponderEliminarComo se popularice lo del hipotálamo habrá que revisar la obra de más de un poeta. Por poner un ejemplo:
IGLESIA ABANDONADA
(BALADA DE LA GRAN GUERRA)
En las anémonas del ofertorio to encontraré, ¡hipotálamo mío!,
cuando el sacerdote levante la mula y el buey con sus fuertes brazos
para espantar los sapos nocturnos que rondan los helados paisajes del cáliz
Poeta en Nueva York (Lorca)
Precioso
y Belén Esteban qué es?.. prefiero ser cerdo..
ResponderEliminarjordim: ¿Mejor cerdo que Belén Esteban? Claro. Pero es que pones difícil el optar...
ResponderEliminarYo a los publicistas, CERDOS es lo más fino que les llamaría. Pero, bueno, por algo hay que empezar ;-)
ResponderEliminarAlvaro: Es que el anuncio me pareció tan asqueroso... y sí, cerdos es lo menos que se les puede llamar, al menos a los publicistas de este anuncio. Al resto, pues entiendo que habrá de todo.
ResponderEliminarUn abrazo.