martes, 27 de febrero de 2007

Me conoces, vaya si me conoces. Sabes casi todo de mí. Sabes qué me gusta y que me disgusta, todo lo que me hace disfrutar. Sabes de cada momento, de cada sensación, de cada sentimiento.Me conoces, vaya si me conoces. Conoces el porqué de cada movimiento, de cada paso que doy, de cada palabra que escribo o digo. Conoces todos mis porques, todos mis depende, todos mis en principio.Me conoces, vaya si me conoces. Tienes bajo tu control todo lo que...

lunes, 26 de febrero de 2007

Resbala por tu piel el agua como te hidrata el deseo.Piensas en ello, pero no tienes certezas ni conclusiones.No tienes más que el chorro de agua que enfría o calienta,que cala o eriza cada poro de tu piel.Ese chorro que juega contigo,que adormece en la medida en que es capaz de transmitir placer,que adormece en la medida en que es capaz de transmitir calor.Lo demás es demás, no tiene importancia.Alucinas rojo en soledad.Sujetas tus rodillas dispuestas...

jueves, 22 de febrero de 2007

La lluvia empapa los escalones y huelen a ti. Huelen a pelo mojado, a tierra y a agua, a razón primera. No sé si suben o bajan, como no sé qué quiero que hagan. No sé adónde llevan ni deseo saberlo. Solo quiero recorrerlos pensando en ti, en lo que me evocan y me evocas, en lo que somos.Benedetta sei tu, Maria,fra tutte le donne, Maria!E benedetto è il frutto, Maria,il frutto del tuo seno, Gesù.Maria, tu hai creduto!Suena la música y las voces, pero...

lunes, 5 de febrero de 2007

“A Horacio le gustaba controlar el tiempo. El atmosférico no, ese le daba exactamente igual, el arbitrario que marcan los relojes. Sí, arbitrario, que el tiempo no deja de ser una convención, cómoda en ocasiones, terrible la mayoría de las veces. Se supone que responde a fenómenos astronómicos de siempre pero, por supuesto, esos períodos planetarios están redondeados, sería absurdo que el día durara 23,9345 horas (o veintitrés horas y cincuenta y...

jueves, 1 de febrero de 2007

Tan seguro estaba de que eras tierra que solo hice correr por mis venas agua de lluvia y sol, mezclado con la sangre sí, pero no me importó esa sangre. Esa sangre repleta de puntos suspensivos, de futuro y de incertidumbres.Tan seguro estaba de que eras tierra que solo me preocupé de que nadie te pisara, de que nadie te pasara por encima. De que fueras tierra abonada de sentimientos, nada más. Y nada menos.Tan seguro estaba de que eras tierra que...