martes, 30 de mayo de 2006

A10


Soy un triunfador. Pero eso es ahora. Me ha costado mucho tiempo conseguir serlo. Mi infancia fue muy difícil. El haber nacido 5 complica mucho las cosas. Soy hijo de un 1 y una 4. Y sí. Ya sé lo que estáis pensando. Podría haber sido un 3. Pero no. Mi madre, que es más chula que un 8 (en realidad es la mitad de chula, pero los dichos son como son) lo habló con mi padre y decidieron que o un 5 o nada. Mi madre era así.

Pero bueno, os decía que no pasé una infancia demasiado agradable. Es muy duro ser el límite entre el fracaso y el éxito (siempre relativos, claro). Me tuve que acostumbrar a ser siempre el del medio, si no de Los Chichos, sí de la clase. Y eso quieras que no, marca cualquier infancia. Además mi tupé, de nacimiento, y mi prominente barriga tampoco es que contribuyeran mucho a aumentar mi popularidad. Luego está lo de la rima, que ya se sabe que los niños son crueles, lo llevan en la sangre. Aún así, con esfuerzo, conseguí hacerme con un buen puñado de amigos, algunos mantenidos hasta hoy. Los juegos en la calle, difíciles, porque todo el mundo quería jugar a la rayuela pero encontrar voluntarios para ser pisoteados por una manada de críos sin escrúpulos no es sencillo. Algunos encontrábamos, eso sí. Los que no habían jugado nunca eran los más fáciles. También jugábamos al rescate y al escondite pero ahí los 1 ganaban casi siempre. Salvo uno, que era tonto y siempre se escondía entre los ceros y le pillábamos. Claro. Con la de árboles que había por aquel entonces. No sé a que jugaran los niños hoy, después de que el gobierno decidiera talar los bosques para evitar incendios. Muerto el perro se acabó la rabia, decían...

Mi juventud no fue muy distinta. Aunque ahí el hecho de ser primo, rodeado de gente de ciencias, expertos en álgebra la mayoría si no todos, ayuda un poco. Se mantenían las rimas, eso siempre, original que es la gente. ¿Y las chicas? Mi madre siempre tan protectora, harta estaba de avisarme que tuviera cuidado, que las chicas de hoy en día saben latín. ¿Y qué? A mí me importaba mucho más su dominio del francés, con la mayor fluidez posible. Y de las lenguas muertas, siempre preferí el griego. Uno que tiene especial afición por los caracteres extraños. ¡Qué le vamos a hacer!.

Un día de verano la conocí. Enseguida supe que era mi media naranja. Bueno, la naranja entera en este caso. Era un 0 bastante resultón. Regordeta pero guapa en su redondez, de lo más pizpireta. !Qué tangentes! Pero sobre todo, ¡qué senos! Espectaculares. Salimos juntos unos cuatro años. Hasta que decidimos vivir juntos. Siempre con cuidado de no aumentar inesperadamente la familia, toda vez que sabíamos que al multiplicarnos sólo podríamos tener más ceros. Pensamos en las sumas, como habían hecho mis padres, y hasta en los logaritmos neperianos, pero yo no estaba orgulloso de mi vida de 5 y los neperianos tienen un gran riesgo de malformación. Así que decidimos mantenernos en formato dúo como Simon y Garfunkel, aunque en su caso no les quedó otro remedio. Y bueno, hemos sido felices durante este tiempo a pesar de las estrecheces económicas. Eran momentos de apretarse el cinturón. Y en mi caso, sin problema. Pero ella, la pobre, hecha un 8 la llevaba.

Entonces triunfé. Fue muy casual todo. Me citaron para una entrevista de trabajo, de estas que no especifican demasiado el puesto. Sólo me dijeron que era por un tema de imagen. Pensé que querrían mi tupé, no sé, para el último disco de Los Rebeldes, ya que el pobre de Carlos Segarra anda un poco con escasez capilar de un tiempo a esta parte. Pero me equivocaba. En la entrevista me dijeron que estaban pensando crear un nuevo canal de televisión y que me necesitaban para ser la imagen de la cadena. Al principio me sorprendí. Yo ya sabía que fuera de España había más de dos canales y que incluso algunos no eran públicos. Entonces, nació Telecinco. Al principio me aumentó bastante la caspa con tanta Mamachicho y tal, a duras penas me aguantaba el tupé, pero ya me acostumbré. La verdad es que no es que el canal haya mejorado mucho, pero al fin y al cabo no todo iban a ser parabienes. Gano bastante dinero y el trabajo, aunque bastante estático no es tan duro...

3 comentarios:

  1. ?DIOS, ERES EL AMO!

    ?Cómo se te ocurren estas cosas? ?ES ABSOLUTAMENTE GENIAL GENIAL GENIAL!!

    Me he reído, me he sonreído, se me ha ablandado el corazón, me ha dado penita pena, ... y todo por un cinco que trabaja ahora en la tele!!!

    Creo que voy a volver a leerlo, porque es genial, amigo, te superas cuando parece imposible, y logras sorprender siempre.

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  2. Gracias, esclava. No es para tanto.
    Besos.

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  3. He llegado hasta aqui, pero ya empieza a pasar el efecto del café...
    Oye... me quedo con ganas de leerte más. Vendré con luz y tiempo...

    Me ha parecido un descubrimiento genial tu letra roja sobre fondo negro....

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