lunes, 30 de marzo de 2009

Dicen que la vida da sorpresas y doy fe de que es cierto. La casualidad me ha llevado a toparme con algunas bitácoras ajenas que, desconozco la razón, han tenido a bien plagiar algunos textos de los que se pueden encontrar por aquí. Concretamente, que haya encontrado, tres de ellos: Un bar pop, Mujeres de verdad y Creer para ver (los dos últimos en el mismo fotolog y casi seguidos que hay que ser poco original hasta para copiar y el primero en un espacio Windows live de esos). Realmente eso de copiar textos y colgarlos en internet como si fueran propios es algo que no termino de entender. Dejando aparte evidentes criterios de calidad (uno aunque padre sabe del valor objetivo de sus hijos), no comprendo la satisfacción de fusilarle unas cuantas frases a alguien. Podría ser por reconocimiento (no en vano la red de redes está llena de gentecilla diversa que solo busca eso mismo) pero, ¿satisface que te reconozcan un texto ajeno?

Habrá quien incluso crea que el que aquí se explaya lo hace buscando esa misma alabanza, ese jabón del que en alguna ocasión ya he escrito. Huelga decir que se equivoca el que así piense, aunque nadie tiene porque creerse nada. Habrá también el que crea que debo sentirme halagado porque “alguien se ha tomado la molestia” de copiarme, precisamente a mí y no a otro. Pues también se equivoca. Me molesta, me molesta porque ni lo comprendo ni me parece éticamente justificable. Uno, aunque ciego, entiende o cree entender las reglas de esta (que cursi suena) “red de redes”: desde el momento en que algo se cuelga por aquí, pasa a ser poco más o menos de dominio público. Yo mismo utilizo fotos e imágenes de diferentes artistas para ilustrar los textos, fotos e imágenes encontradas en internet. Para mí, ese uso es lícito, siempre y cuando se cite el autor o se haga explícito su origen. Por supuesto partiendo de que el mismo autor no se ofenda por el uso y haciéndolo sin ánimo de lucro. Lo que no me parece que se justifique de ningún modo es el intento de convertirse en autor de algo sin serlo y aún menos en este caso. Me explico: hace años, cuando este que escribe lo hacía en otros lares y seguramente con otras intenciones (los primeros textos firmados como Avatar que aparecieron en internet datan de octubre de 2004), ya fue plagiado junto con algunos de sus maestros y compañeros de correrías por aquel entonces. Fue en una página en la que pretendían cobrar por seguir leyendo un relato tras presentar una pequeña primera parte. Aquello se aclaró y los textos fueron retirados pero la sensación fue tal vez menos dolorosa (por aquello de que había una razón clara, poco entendible, pero clara).

¿Duele más el plagio cuando el objetivo no es ganar dinero, entonces? A mí sí. La razón ni yo mismo la tengo clara. Tal vez el hecho de la motivación económica me haga verlo como un acto de un pobre ladronzuelo y sin esa justificación como de un sinvergüenza sin escrúpulos… No lo sé. Dan ganas de atravesar espejos cual Alicia y arramplar con todo, dejándoles los trozos y los años de mala suerte. Dan ganas de dejar huérfano a tanto ciego de transparencia, dan ganas de disparar letras afiladas, de… Al final, pasará la tormenta, supongo, y esto no será más que el triste recuerdo y la risa cortante por el que quiso y no pudo o por el que fue tan torpe que ni de robar bien (sin dejar huella) fue capaz.




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Actualización: el muchacho (Jared Grey o algo así) del doble plagio transparente (y múltiple opaco) ha cerrado o le han cerrado el chiringuito. No sé si regresará con otro disfraz. Permaneceré al tanto.

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6 comentarios:

  1. Entiendo lo que dices y sientes, a mí me ha pasado lo mismo. Aunque hace tiempo que me he despreocupado... El mundo está lleno de parásitos y mierda.

    Un abrazo.

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  2. Malalua: No creas que me preocupa mucho, en realidad. Me molesta casi más que me preocupa. Pero bueno, supongo que es normal, aunque solo sea por frecuente.

    Besos

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  3. ¡Tanto tiempo!

    (ya extrañaba quitarme el antifaz)

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  4. ¡Vaya ensaladilla de estilos!.
    En ese lugar, ya sabes.
    Tal vez sea original uno de 23 de Febrero.
    En fin...

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  5. Holden: Va por rachas, falta de tiempo, supongo. Ando releyendo tu biografía, por cierto.

    Toy folloso: Tal vez. Nunca se sabe aunque parece poco probable.

    Un abrazo a ambos

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  6. En una extraña y tranquila tarde de sábado, vagabundeando desde mi pantalla, me resulta grato (porque me llega dentro) encontrarme con estos escritos.
    ¿Será porque los textos me transmiten cierta identificación?.
    Besos, sonrisas y abrazos al autor.

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