miércoles, 21 de junio de 2006

Foto de Emil Schildt

El agua caliente limpia los recuerdos de tu cuerpo. Lamentas que se vayan todos pero no hay forma de lavar solamente los malos. Su olor, antes presente en toda tu piel, va poco a poco diluyéndose, como se diluyen sus rasgos en tu mente, casi ya está olvidado. Es curioso, nunca pensaste que fuera a ser, precisamente él, el que te hiciera sentirte así. Nunca pensaste porque hace tiempo que decidiste dejar de pensar. Es incompatible. No sabes si te volverá a llamar, no sabes si él te recuerda como tú a él, no sabes casi nada. Pero esperas que lo haga. Si lo analizas, te das cuenta de que realmente no le amas, es demasiado pronto o demasiado tarde, quién sabe. Si lo analizas, comprendes que la necesidad de cariño te empuja en una dirección nunca anhelada. Si lo analizas, intuyes que seguramente no pueda ser, seguramente no volverá a llamarte, seguramente no os volveréis a ver nunca. Así que decides no analizarlo. Tal vez sea lo mejor. Tal vez, aprendas esta vez y tengas más cuidado la próxima. Tal vez lo que te ha sucedido sirva para que no vuelva a repetirse. Tal vez, tal vez, aunque no estás segura de querer que sea así. El teléfono te saca de tus ensoñaciones e incluso de la bañera. A lo mejor es él, piensas. O a lo mejor es otro cliente.


11 comentarios:

  1. Terrible sensación que creo hemos sentido todos/as ... exceptuando el final ... algunos incluso, final incluido.

    A veces desearías que se pudieran ir por el desagüe todos los recuerdos, buenos y malos, pero todos.

    A veces jugamos a creer que amamos porque necesitamos amar.

    A veces el cliente irrumpe en nuestras enso?aciones regresándonos a la triste realidad.

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  2. Vivir y punto, analizar es un punto y coma.

    Me gusta todo lo que leo tuyo, saludos.

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  3. Tal vez, tengamos que dejar de decir tal vez, a veces en no esperar nada es donde se esconde la libertad y nos libera de cadenas tales como un simple riiiinnnng

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  4. Es mejor no pensar en ello, no analizar. Pero su olor, su recuerdo, lo que te hizo sentir, siempre vivirá contigo, aunque no te llame nunca más, aunque no vuelvas a verlo. Es imposible borrarlo. Y quien dice que lo ha olvidado, miente, y se enga?a a si mismo.

    Y lo volverás a hacer, aunque no quieras, por que nada domina el corazón ni los sentimientos, y la imaginación es más fuerte que la voluntad para pararla. Podemos tener control de nuestro cuerpo, pero no de nuestra mente.

    Quizá, la gracia de esos sentimientos confusos sea esa, que son confusos, temporales y que si se prolongasen demasiado, al final la monotonía y la rutina lo invadiría todo.

    Me ha gustado mucho, y al igual que Glauka, me he sentido identificada con muchas de las frases que he leído, menos la última, claro :P

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  5. Glauka: A veces aconteces cual si fueras una flecha,
    a veces envejeces junto a una mujer infiel,
    a veces amaneces en su mano derecha,
    a veces te estremeces junto a una imagen cruel.
    A veces compadeces en vulgar juicio sumario,
    a veces te entristeces a la luz de la razón.
    a veces partes nueces escondida en un armario,
    a veces tus sandeces hacen polvo al corazón.
    Pobrecita mía,
    qué pena nos doy.
    A veces entorpeces los labios, las almas,
    a veces desfalleces muy cerca del final,
    a veces sacas dieces, incluso te hacen palmas,
    a veces agradeces algún toque original.
    A veces te enardeces ante algo inexpugnable,
    a veces desmereces de lo que esperan de ti,
    a veces enmudeces dentro de un impermeable,
    a veces te enterneces, capullo de alhelí.
    Pobrecita mía,
    qué pena nos doy.
    A veces reapareces terciando de improviso,
    otras, te guareces en tu antiguo vigor,
    aún te enorgulleces si aún te quieren poner piso,
    y a veces aborreces que yo sea un impostor.
    A veces te me escueces porque a veces ella es cruda,
    a veces das con creces cuanto ella solicitó,
    a veces desvaneces cualquier sombra de duda,
    a veces resplandeces, pero otras veces no.
    Pobrecita mía,
    qué pena nos doy.

    Pobrecita mía: Javier Krahe

    Gorjeos: Analizar a veces es un punto suspensivo...
    Igualmente, Gorjeos, igualmente

    Rickettsia: Tal vez, claro. Me gusta lo que leo en tu desierto nevado. ?No se pueden comentar tus textos?

    Lhuna: Bendito sea ese olor y bensito su recuerdo. Un beso.

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  6. A veces parece que el mundo crece alrededor de tres puntos suspensivos pensativos suspendidos sobre el seso de alguien que nunca se ha decidido... a reconocer estar vivo.

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  7. Lástima que el olvido arrastre lo mejor de nuestras vidas. Qué infame. Por desgracia, no suele lavar tan blanco los malos recuerdos.

    Besos orgiásticos.

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  8. pues sí, es muy triste... esa sensación asfixia y hace nudos en el alma.. aish...

    besos

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  9. Es lo que tienen las putas, que tambien son mujeres.
    Un saludo.

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  10. Muy directo. Muy sincero. Final insuperable...

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  11. Gorjeos: A vece es así, desde luego. Quizá la clave esté en convertir esos suspensivos en una simple coma. Pero a veces es difícil. En esos casos a lo mejor es más aconsejable un punto y coma. Un abrazo suspensivo y un besazo ortográfico.

    Ella: Yo creo que es bueno no lavar demasiado los malos recuerdos, asumirlos sí, pero olvidarlos... es mejor, creo yo buscarle la parte buena (casi siempre la tienen). Besos de los mismos para ti también.


    Maria lasciva: lo de los nudos en el alma da para un tratado, aunque yo sea capaz de escribirlo. En cualquier caso, mejor desatada que mal atada. Besos.

    Dr. M: Es lo que tiene casi todo, que no hay más que grises (o colores, de esos sabes un montón. Gracias. Besos tambien para ti (tan castos como los anteriores).

    El usuario anónimo: Gracias, muchas gracias. Me gustaría más que no fueses tan anónimo...

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