jueves, 27 de abril de 2006

Honor. Honor y gloria. Trincheras. Compañeros muertos, amigos casi, que ya no son. Poder. La vida en tus manos. En tus manos la vida ajena y la tuya, en el otro extremo del arma enemiga. Dolor. Muerte. Muerte por todas partes. El olor del miedo llena tus sentidos. Mezclado con adrenalina a partes iguales. El polvo en la nariz, el sudor haciendo que te lloren los ojos y el calor, maldito calor. Tras cada batalla, desinfectar las heridas del alma con...

viernes, 21 de abril de 2006

Después de todo, sólo eres otro cigarro. Otra muesca más en el cabecero de mi cama. Hay que ver qué fácil me resultó conquistarte. Un par de copas, la mejor de mis sonrisas, un cortejo lento pero efectivo. Fingir interés en las estupideces que me contabas, procurando que no se me notara que sólo me interesaban los abismos de tu escote y la profundidad de tu cadera magra de cariño ajeno. Fue un juego de niños. La antesala del polvo perfecto, seguro...

miércoles, 12 de abril de 2006

La señorita Rizos es la rubia que me quita el sueño. Me lo compra y me da a cambio una sonrisa, una voz, una palabra de trapo. Es buen negocio, al final, aunque a veces no lo sientas así. La señorita Rizos es hija de una nube y se parece mucho al llanto de las estrellas. Es amarilla y rápida, como las fugaces. Lleva el cielo con ella y el infierno lo enfría con su mirada. Y cuando extiende las manos no puedes evitar cogerlas. Es magnética y caprichosa....

miércoles, 5 de abril de 2006

Sentada en la terraza del bar, te estoy esperando. Llegas tarde como casi siempre. Pero hoy te lo perdono. Hoy te perdonaría casi todo. Y no es porque anoche durmiéramos juntos, ni siquiera por lo que hicimos antes de dormirnos. No es por cómo me acariciaste todo el cuerpo, aún vestida, mientras bailábamos con una copa de vino en la mano. No es por tu manera de besarme, con urgencia, haciendo que prácticamente no me enterara de qué canción sonaba...