miércoles, 1 de marzo de 2006



Miro a tus ojos y veo lo que busco. Veo la ternura, la pasión, el deseo. Creo que tienes tantas ganas como yo, que tú también quieres lo mismo. Me acerco a ti, pero das un paso atrás. De nuevo me exiges, de nuevo el chantaje. Si te quiero, si deseo tu cuerpo (porque tu alma sé que siempre será sólo tuya), debo acatar tu voluntad. Debo obedecer. Te digo que no puede ser, que otra vez no. Te digo que ya sufrí demasiado la última vez, pero veo el mohín en tus labios de niña mala. Sabes que no debemos repetir cómo sabes que no puedo resistirme a ti. Silenciosa, sonríes. Sabes que me tienes casi convencido. Contoneas tu figura, prometiendo. Me haces un gesto, una invitación. Te acaricias comprometiendo tu piel. Me resisto. Me enfado incluso. Probablemente esta sea la última vez que nos veamos, pero no te saldrás con la tuya. No pienso volver a matar por ti. Ni aunque sea a tu marido.

5 comentarios:

  1. " Mataré si debo, te ayudaré si puedo. Sólo dime que debo hacer... y si recuerdas tu sue?o".
    ( De: Héroes del silencio)

    ResponderEliminar
  2. Los giros que pintas son... ?Muy grandes! Siento una cosa rara en el estómago cuando te leo, tal vez sea porque te conozco.

    ResponderEliminar
  3. Chantaje, ?cuantas cosas no habremos hecho/dejado de hacer por chantaje? incluso algunas que nunca hubiesemos pensado ;-)

    ResponderEliminar
  4. E incluso algunas que sí habíamos pensado, ?no?

    ResponderEliminar